martes, 15 de noviembre de 2011
Vayamos juntos al país de nunca jamás :$
#. La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el final.
¿Sabes?
+Hoy es uno de esos días, donde solo la he pasado pensando en ti, sentí que me hiciste mucha falta, necesitaba estar junto a ti, escucharte, abrazarte o simplemente saber que estás a mi costado.
+Hoy es uno de esos días, donde quería contarte lo que me pasó, decirte que por causa de eso me sentí diferente.
+También, tenía ganas de aprovechar ese momento juntos y poder decirte lo mucho que te quiero, te amo, te adoro y poderte escuchar que tu también sientes lo mismo por mí.
+Hoy es uno de esos días, donde quizás tu también tienes algo que contarme, no se... lo que sea, de todos modos cuando estoy contigo, hablar de cualquier cosa es divertido.
+Hoy es uno de esos días, donde me siento muy solo porque no estoy contigo y no veo el momento para poderte ver.
+Hoy es uno de esos días, donde tú no estabas a mi lado para poder escucharlo.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Él se ha conectado. Abres su ventana de conversación, sonríes al ver su foto de perfil en pequeñito al lado de la barra de tareas. La abres, y la minimizas. No la quitas del todo, la dejas ahí, a la espera de ver ese circulo verde con un 1 en medio, señal de que esa persona te ha hablado. Esperas. Cambias tu estado, tu tablón lo actualizas cada 2 minutos, te etiquetas en 5 fotalizos, te unes a 10 páginas y empiezas a ponerle comentarios a todos sin razón, simplemente para que, cuando él le de a actuar, te vea, vea que estás conectada. Tus visitas suben como la espuma, está claro que estás la primera. Continúas con estos cambios, abandonando a los demás que sí que tienen tiempo para hablarte. Cierras su ventana, indignada. Pero bajas la lista del chat hasta su nombre, observando si sigue ahí. Hasta que no puedes más y la vuelves a abrir, a la espera de si eso consigue algo. Nada. Los demás siguen hablando, impacientes. No respondes, no tienes ganas. Sólo lo esperas a él.
Son la 1 de la mañana, estás cansada, mañana madrugas, pero no te vas, porque él sigue conectado, y aún tienes la triste esperanza de que te hable. Entonces se te ocurre la estúpida idea de que quizás se lo ha dejado encendido y en realidad no está. Esa idea te acompaña el cuarto de hora siguiente, con 4 estados, 15 tablones, 30 páginas y 25 comentarios nuevos. Esa idea es lo único que te mantiene despierta.
Le das a actualizar la página, él aparece el primero. Ha cambiado el estado. Le ha comentado una zorra. Él ha respondido. Está. Está, hablando con otra. Está, pero no para ti. Entonces cambias radicalmente de pensamiento.
Son la 1 de la mañana, estás cansada, mañana madrugas, pero no te vas, porque él sigue conectado, y aún tienes la triste esperanza de que te hable. Entonces se te ocurre la estúpida idea de que quizás se lo ha dejado encendido y en realidad no está. Esa idea te acompaña el cuarto de hora siguiente, con 4 estados, 15 tablones, 30 páginas y 25 comentarios nuevos. Esa idea es lo único que te mantiene despierta.
Le das a actualizar la página, él aparece el primero. Ha cambiado el estado. Le ha comentado una zorra. Él ha respondido. Está. Está, hablando con otra. Está, pero no para ti. Entonces cambias radicalmente de pensamiento.
domingo, 13 de noviembre de 2011
no te voy a dejar ir
¿Cuál sería la mejor forma de repetirlo? Quieres que me suba a la torre Eiffel y grite que ¡te amo! O prefieres que te abrace y susurre lentamente que para mi eres lo más importante. Quieres que esté dando vueltas toda una noche para que de alguna forma mágica el destino me regale un segundo más contigo…o sería mejor besarte y jamás dejarte. Quieres que te mande miles de cartas, flores, peluches y globos diciendo que te amo y que jamás había sido tan feliz en mi vida como ahora, o elijes quedarte, tomarme las manos, mirarme a los ojos y comprobarlo por ti mismo… ¿Cuál sería la mejor forma de expresar lo mucho que siento por ti? Cuál es la mejor manera de decirte que eres único, que jamás te cambiaría, que eres mi todo y mi nada, que jamás ha habido alguien como tú y que jamás, jamás me cansaría de lo nuestro…
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